¿Sabías que el 85% de nuestras decisiones de compra son emocionales? Es mucho ¿verdad?

Estudios de conducta del consumidor en todo el mundo han demostrado que compramos por las emociones y luego justificamos la compra con un argumento racional.

Para lo cual es lo mismo que decir que no compramos productos, COMPRAMOS EMOCIONES.

La publicidad es experta en esto y no en vano se preocupa por todos los detalles que hacen atractivo y deseable un producto, porque SI GUSTA, VENDE.

En el mundo de Internet, en especial las redes sociales muchas personas intentan vender sus creaciones, pero no obtienen grandes resultados. Seguramente porque no saben llegar a las emociones de sus posibles clientes y si algo no emociona, no sucede nada.

Por eso la principal pregunta que debes hacerte es ¿Qué estas vendiendo?

Por ejemplo Coca-Cola no vende un refresco azucarado, vende Felicidad.
McDonald no vende hamburguesas, vende un lugar de encuentro para disfrutar con amigos o la familia.

El creador de los cosméticos Revlon, Charles Revon, decía: “En nuestra fabrica hacemos cosméticos, pero en la tienda vendemos esperanza”.

¿Qué vendes tu? En la respuesta vas a encontrar el beneficio o solución que están buscando tus clientes. ¡Y eso debes trasmitir y comunicar!

Si tu producto o servicio ofrece algún beneficio, una solución o resuelve alguna necesidad entonces estás llegando a las emociones de las personas.

Tienes que ser interesante y la mejor manera de serlo es satisfaciendo necesidades, es decir emociones.

¿Qué emociones satisfacen tu producto o servicio?

Si sabes la respuesta solo te queda vender y vender.